AL PAPÁ, EN SU DÍA
1. El día del padre es un día no solamente para honrar a nuestro padre, sino de manera especial al Padre de Padres, al único Padre, Dios. Así nos lo ha enseñado Jesús, del cual procede todo y hace co-creador con Él a todo progenitor. Pero también para honrar a todos los hombres que son padres. Celebrar a la figura paterna representado, en el abuelo, en el buen tío, en el buen padrino, en el buen padrastro, porque todos son merecedores a que se les celebre el día del papá.
2. Los padres tienen una gran responsabilidad en su hogar con sus hijos y con la sociedad. No hay duda que encontramos padres buenos y padres que han dejado de serlo por abandonar o huir de sus obligaciones; estos papás, han dejado de ser padres, porque han renunciado a su propia paternidad y han perdido la oportunidad de descubrir en sus hijos los dones que Dios les ha dado.
3. La paternidad es una vocación y es una misión para toda la vida, que implica cubrir no sólo las necesidades básicas de su familia, sino también y principalmente velar por su formación moral y espiritual mediante el buen ejemplo, la vivencia ética y la práctica de los valores.
4. Fijémonos en tantos buenos padres, porque lo dan todo por su familia. Por estas personas admirables en su vocación debemos dar Gracias a Dios, y pidamos a Dios por los padres que no cumplen con sus obligaciones.
5. En el seno de la familia se construye la persona, en ella se adquieren los valores esenciales de la vida, es el ámbito privilegiado donde cada persona aprende a dar y recibir amor. Por ello, los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos y los primeros anunciadores de la fe. Tienen el deber de amarlos y respetarlos como personas y como hijos de Dios.
6. Esta vocación debe entenderse como algo crucial para el futuro de la sociedad y de la humanidad, donde la familia permanezca fiel al proyecto de Dios. Ella fue creada por Dios y es deber grave custodiarla y defenderla.
7. Esta misión no se improvisa, el padre debe cuidar su formación propia, porque nadie da lo que no tiene, debe ser un hombre responsable, cariñoso y ejemplo para sus hijos, el que marca el buen camino enseñando y amando a los suyos hasta dar la vida por ellos.
8. En este día pidamos también por los padres que han partido al encuentro con Dios, que Él en su infinita misericordia los tenga gozando de su eterna presencia.
Que Dios Nuestro Padre los bendiga a todos.
Trujillo, 15 de Junio del 2013
+ MIGUEL CABREJOS VIDARTE, OFM
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
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