Queridos Profesores:
“Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un salvador, el Mesías, el Señor. Y aquí tienes una señal: encontrareis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre”
Lc 2, 11-12
Con gran alegría doy gracias a Dios por haber culminado, con la ayuda de ustedes, mi primer año de servicio a la Iglesia, en la dirección de la “ODEC - Trujillo”. También por medio de la presente los saludo y hago extensivo el saludo cordial y fraterno de nuestro Arzobispo, Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte OFM, quien desea que esta Navidad la presencia del Hijo de Dios, hecho hombre, resplandezca en cada uno de nosotros y nos traiga paz, amor y esperanza.
Gracias a cada uno de ustedes por todos los logros que con la ayuda de Dios y esfuerzo personal han alcanzado en los diferentes colegios que el Señor les ha confiado.
En este mundo sin esperanza, víctima de la violencia y del egoísmo, necesitamos personas como ustedes que cada gesto, cada sonrisa, cada palabra sea un testimonio viviente que Jesús niño ha renacido en nuestra vida, que el amor es posible.
Hermanos, el mundo desea recibir ardientemente la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de profesionales comprometidos con su Fe, cuya vida irradia el fervor de quien ha recibido, ante todo en sí mismos, la alegría del Niño que viene a salvarnos .
Educadores de la Fe, los invito a renovar, aceptar y consagrar sus vidas a la tarea de anunciar el Reino de Dios y de hacer presente la Iglesia en el mundo.
No descuiden y continúen con pasión y buena voluntad ese trabajo ascético personal y permanente de lograr el perfil propio de Maestros, Educadores y testigos de la verdad para transmitirla integralmente y fielmente al hombre de nuestro tiempo.
Que la Virgen de Belén, los asista y sea para ustedes signo de segura esperanza.
Atentamente:
Sor Rosario Ojeda Hernández. C de la C.
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