La conferencia episcopal peruana ha iniciado la
campaña Compartir 2019 que en está ocasión está dedicada a la solidaridad con
los pueblos originarios de la Amazonía. Con esta iniciativa se quiere retomar
el pedido del Papa Francisco de “promover y difundir una mayor y más consciente
sensibilidad ambiental, advirtiendo la importancia del cuidado de la casa común…para
garantizar perspectivas de desarrollo sostenible” (mensaje del 27 de abril de
2019). Además, la Iglesia en estas zonas de misión ha buscado atender las
necesidades más inmediatas (salud, educación, alimentación entre otros),
fortalecer las culturas existentes, potenciando sus organizaciones naturales,
anunciar el Evangelio de Jesucristo desde la riqueza y la cotidianidad del
mundo amazónico; en definitiva “La presencia de la Iglesia para los indígenas
ha sido y es esperanzadora” (Mons. Alfredo Vizcarra, Obispo de Jaén). Así mismo,
abre un “nuevo camino para la iglesia y para la ecología integral”.
Sus problemas:
Educación
Aunque existe un 93% de comunidades que están
siendo atendidas el servicio educativo a través de una institución educativa,
de 2430 comunidades que son atendidas en el nivel primario, el servicio educativo
del nivel secundario desciende a solo 611 comunidades atendidas con este servicio.
Esto se refleja en el número de estudiantes que del 62.7% en primaria, baja al
14.6% del nivel secundario. Hay una cifra preocupante que no recibe atención educativa
del nivel secundario.
En salud
En este aspecto, 1016 comunidades de un total
de 2703 censadas, presentan desnutrición y anemia; los casos de parasitosis
están presentes en casi mil comunidades nativas (973 para ser exactos). Los
servicios médicos oficiales son escasos y los que existentes son muy precarios;
puesto que de acuerdo al III censo de comunidades originarias de 2017, solo una
comunidad de 37 cuenta con un establecimiento de salud (posta o centro de
salud). Esta escasez hace que 2091 comunidades mantengan sus prácticas de
medicina tradicional en al que se utiliza brebajes, humo, incienso, baños termales,
baños a vapor; inclusive rezos, cantos e imposición de manos.
En vivienda
Según el censo de 2007, La característica general
de las viviendas de las comunidades amazónicas es la ausencia de los servicios
básicos; es decir, el 73% de la población todavía hace uso de agua de acequia, río,
manantial o fuentes similares. Se suma a esta difícil situación el 86% de
viviendas que no cuentan con el servicio de alumbrado electico. Además, se ha acelerado
un desarrollo urbano no ‘integral’ ni ‘inclusivo’ debido a la presencia de los depredadores
con sus actividades extractivas.
En lo económico
Los ingresos económicos de las comunidades
nativas amazónicas dependen de la agricultura familiar, la pesca, la caza, la recolección
y usos de plantas locales. Estas actividades solo permiten a subsistencia de
los pobladores nativos.
La minería ilegal
Las comunidades nativas afrontan
un conflicto constante por el aumento con los campamentos mineros informales,
especialmente, de búsqueda indiscriminada de oro. Solo entre mayo de 2016 y el presente año se han
perdido 460 hectáreas adicionales de bosque en la zona de amortiguamiento de la
Reserva nacional de Tambopata (Madre de Dios).
En general, la minería informal ha destruido más de 32000 hectáreas de
bosques y han contaminado de manera irremediable de viarios ríos de la región
(CEP,2019).
Los problemas son considerables. Nuestras
comunidades nativas no podrán formarlas solas. Por eso se requiere la
solidaridad más amplia posible para contribuir en las alternativas de solución.
EN este sentido, la iglesia católica, fiel su misión moviliza todas sus
estructuras organizativas para generar los recursos económicos que permitan coadyuvar
en el gran propósito de acortar las enormes distancias que separan a nuestras comunidades
nativas de los servicios básicos a los cuales tienen pleno derecho.
Eh aquí
la aplicación de los recursos recaudados el año pasado en la campaña Compartir
de 2018.
No hay comentarios:
Publicar un comentario