Arzobispo de Trujillo se pronuncia sobre el derecho a la intimidad y al honor.
Mons. Miguel Cabrejos Vidarte OFM |
Frente a los últimos
acontecimientos referidos a la vulneración del derecho a la privacidad que
afectan los espacios reservados a la esfera personal, considero necesario
manifestar lo siguiente:
1. El Derecho
Natural a la privacidad se fundamenta en la dignidad de la persona humana, que es anterior a cualquier ley positiva porque deriva de la
misma naturaleza humana. Este derecho busca proteger espacios propios e
inherentes a la intimidad personal y familiar; por este motivo, cualquier forma
de invasión a la esfera personal a través de la
vigilancia ilegítima y acopio indiscriminado de la información, constituye una
grave amenaza a los Derechos Humanos.
2. A nadie le es
lícito lesionar el derecho de cada persona a su propia intimidad. El Estado en
cumplimiento del orden constitucional, tiene la obligación de garantizar su
protección. Este derecho está recogido además, en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, la Convención
Americana de Derechos Humanos y otros instrumentos del Derecho Internacional.
3. Es tarea fundamental del Estado mantener un equilibrio
adecuado entre el derecho a la privacidad y la seguridad nacional para
garantizar el Estado de Derecho y el Bien Común. La historia nos recuerda que
cuando se pierde este equilibrio, malversando recursos del Estado al servicio
de intereses particulares, se generan mecanismos que lesionan gravemente a las
personas y al país.
4. Recordemos que el HONOR ES EL
TESTIMONIO SOCIAL DADO A LA DIGNIDAD HUMANA; por eso, cada uno de nosotros posee
un derecho natural a la buena reputación y al respeto de la misma. Deberá, por tanto, evitarse
toda injerencia arbitraria que atente contra
la vida privada de las personas, causando inseguridad,
inestabilidad y zozobra en la población.
5. Desde mi condición de Pastor de
la Arquidiócesis de Trujillo y como ciudadano peruano, invoco a que todos respetemos
el derecho a la privacidad como pilar fundamental de nuestra sociedad, porque
vulnerarlo daña gravemente la convivencia y el respeto que toda persona merece.
Trujillo, 27 de Marzo del 2014.
+
MIGUEL CABREJOS VIDARTE, OFM
Arzobispo
Metropolitano de Trujillo
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